Nuestra historia 

Campos de Villalba es mucho más que una casa: fue el hogar de nuestra abuela y el lugar donde nació nuestro padre. Un sitio lleno de recuerdos que hemos querido recuperar y compartir.

Decidimos reformarla con mucho cariño, manteniendo su esencia, para convertirla en un lugar cómodo, acogedor y pensado para disfrutar en familia o con amigos.

Cada habitación ha sido pensada y diseñada con cariño para rendir homenaje a los paisajes de Villalba:

  • Los campos de trigo y cebada
  • Los intensos atardeceres entre girasoles
  • El amarillo vibrante de la colza en flor
  • La belleza sencilla de las amapolas que colorean los caminos.

Así, cada estancia guarda un pedacito de la tierra que rodea la casa, creando un vínculo natural entre el interior y el paisaje.

Abrimos sus puertas a familias y grupos que, como nosotros, valoran la tranquilidad, la naturaleza y los momentos compartidos en un entorno auténtico, con todas las comodidades.

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